Las Metas de Aichi para la Diversidad Biológica establecieron un plan decenal para conservar la diversidad biológica del mundo, promover la sostenibilidad y proteger los ecosistemas. Los objetivos eran ambiciosos, pero cruciales. Uno, por ejemplo, buscaba prevenir la extinción de especies amenazadas y mejorar su estado para 2020.
Llegamos a la fecha límite, y el mundo colectivamente no ha logrado alcanzar un solo objetivo, según la publicación Global Biodiversity Outlook de las Naciones Unidas, publicado este martes.
«La humanidad se encuentra en una encrucijada con respecto al legado que deja a las generaciones futuras», advierte el informe. «La biodiversidad está disminuyendo a un ritmo sin precedentes, y las presiones que impulsan esta disminución se están intensificando».
Si continuamos nuestra trayectoria en la acelerada crisis climática, la biodiversidad continuará deteriorándose, impulsada por «patrones actualmente insostenibles de producción y consumo, crecimiento poblacional y desarrollos tecnológicos», dijo el informe.
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